¿Gubernatura de dos años en Oaxaca?
Por: Arturo Tapia, Cosette Alfonso y Fernanda Jarquín
La reforma constitucional al artículo 25 de nuestra carta magna aprobada el pasado 14 de diciembre por el Congreso del estado busca empatar la elección a la gubernatura oaxaqueña del 2028 con los comicios federales en 2030. Para ello se establecerá un mandato de dos años que cubra el tiempo intermedio entre el final de un sexenio y el inicio del que empate con los comicios del 2030.
La reforma ha
provocado diversos posicionamientos entre actores políticos y sociales. Los hay
desde quienes consideran esto una oportunidad para lograr mayor participación
electoral, hasta quienes observan claras violaciones a derechos humanos,
principalmente de mujeres.
Para entender
a qué nos referimos y qué implicaciones podría tener este nuevo decreto oficial
analizamos brevemente su contenido y sus posibles implicaciones.
Según la
reforma aprobada, el próximo gobernador o gobernadora será elegida en 2028,
iniciará su periodo el 1° de diciembre de ese año y su mandato concluirá el 30
de noviembre del 2030. De esta manera, la elección para la posterior
gubernatura se realizará de forma concurrente con la de presidente de la república
en el año 2030.
Si bien los
argumentos principales para que esta reforma fuera aprobada eran una mayor participación
de votantes a las elecciones así como mantener el régimen de austeridad que ha
trazado el actual gobierno (ya que en la actualidad la realización de comicios
no concurrentes multiplica su número y el costo para el erario público) no
todos las y los diputados oaxaqueños se encontraron a favor de su aprobación,
pues de la acalorada discusión que se tuvo en el recinto legislativo, diversas
diputadas -así como algunos diputados- argumentaron que este decreto es una
clara violación a los derechos político electorales de las oaxaqueñas, pues se
considera que para las elecciones del 2028, debido al régimen de paridad de
género que existe y gracias a la actual alternancia del poder, se esperaría la
primera gobernadora mujer del estado de Oaxaca y al verse su mandato reducido a
dos años se encontraría con diversas limitaciones para desarrollar su proyecto de
gobierno.
Por su parte,
algunos ciudadanos consideran que un gobierno de dos años podría resultar
desestabilizador para la sociedad, así como improductivo, pues si inducir cambios
reales en un sexenio ya es una encomienda difícil, hacerlo en dos años aparenta
ser imposible.
A su vez, otras
opiniones consideran que estas elecciones podrían generar un escenario de confusión
y rechazo, pues conjuntar el número de cargos locales y federales en competencia,
podría saturar de información y proselitismo el espacio público, por lo que la
ciudadanía podría verse confundida a la hora de hacer su elección.
Los
resultados -positivos y/o negativos- aún no pueden ser visualizados con certeza
pues no será hasta el momento de ejecutar la reforma que podríamos observar los
verdaderos efectos. Sin embargo, lo que queda claro es que el cambio legislado
ha puesto a la sociedad oaxaqueña ante una tensión o dilema entre dos bienes
públicos: por un lado, la reducción del costo de los procesos electorales como
mecanismo de austeridad, y por el otro, la simplificación de los montos de
información que deben procesar los electores a través de procesos electorales no
concurrentes.
Bien mirada
la cuestión, se podría decir que, en el fondo, la reforma separa a los defensores
de una concepción de la democracia sustantiva (i.e. los que defienden la austeridad
en los procesos) de los de una democracia procedimental (i.e. los que defienden
el favorecer la participación ciudadana sin considerar el costo).
La reforma ya
se encuentra estipulada. El plazo para presentar una acción de
inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación estará
vigente a partir de la fecha de su publicación en el Diario Oficial y hasta 30
días después, por lo que podrá hacerse uso de esta herramienta en caso de
existir la inconformidad.
Que interesante.
ResponderEliminarNo tenía conocimiento.
Estoy a favor de no empatar las fechas, pues pienso que si generaría confusión tantas decisiones al mismo tiempo.
A parte que dos años es muy poco para que lleguen a hacer algo, quizás una alternativa seria hacerlo de manera gradual, quitando un año por 4 períodos, eso pensando en reducir costos, pero también pienso que al final eso es lo último que harán pues en los períodos de campaña muchos son los que se sirven con la cuchara grande. En fin.