Puerto Escondido: hacia la gobernanza
Fotografía: Wilmer Gil. https://estadoactual.com/transportistas-bloquean-crucero-al-aeropuerto-de-puerto-escondido/. Consulta: 01-04-2024 |
Por: Arturo Tapia
Frente a estos datos el gobernador
señaló que la nueva vía de comunicación tendrá un extraordinario impacto en la
generación de desarrollo y bienestar para todas y todos los oaxaqueños. Quizá
tenga razón, pero seguramente el impacto positivo no será automático ni
inmediato.
No se trata de negar aquí la
positividad de los datos, y mucho menos, de ser escépticos frente al potencial de
actividad económica que se asoma, pero el contexto muestra hechos que, también dejan
claro que el desarrollo turístico de la costa no se refiere solo a indicadores
cuantitativos -sean el número de cuartos de hotel, de vuelos, de turistas y de derramas
económicas- sino de tomar decisiones que hagan sostenible el destino y sus
recursos naturales. A mi juicio, el gran reto será construir un arreglo de
gobernanza en el que todas las partes interesadas en el desarrollo territorial
definan las reglas de acceso, uso y aprovechamiento de Puerto Escondido. Lo digo
así porque desde hace tiempo se vienen acumulando signos que ponen en duda la
sostenibilidad del lugar como opción turística.
El gobernador mismo ha expresado
preocupación por las problemáticas que puedan generarse por el incremento de visitantes.
Hace unos días habló de posibles problemas de agua, basura, estacionamiento,
capacidad hotelera, seguridad, entre otros. Reconoció que es necesario un Plan
de Ordenamiento Territorial -que ya se está trabajando, dijo-, la elaboración
de mapas de riesgo y la conformación de Consejos Interinstitucionales. Por
supuesto estas acciones anunciadas parecen en la dirección correcta, pero son
tardías. El gobernador reconoció que se debieron realizar al menos desde hace
cinco años. Ya vamos tarde.
Sin pretender un recuento
exhaustivo de los retos, conviene referir algunos inmediatos. El más visible quizá
sea el de que las calles de Puerto Escondido no tienen la capacidad para
albergar el número de vehículos que están fluyendo por la nueva carretera. Se
necesitarán estacionamientos y sus respectivas regulaciones.
Por otra parte, hasta donde se
sabe, no está resuelto completamente el conflicto limítrofe que mantienen los
municipios de San Pedro Mixtepec y de Santa María Colotepec, los cuales
comparten la sede de los servicios y de la infraestructura turística de Puerto
Escondido. De esta manera, el conflicto tiene manifestaciones intermitentes que
alteran de vez en cuando la prestación de los servicios turísticos. Por
supuesto, se trata no sólo de un problema limítrofe, sino de uno que implica la
distribución de rentas turísticas, igual que el que sostienen Juquila y sus
vecinos de Santiago Yaitepec, o el de San Lorenzo Albarradas y su agencia de
San Isidro Roaguía donde se localiza Hierve el Agua.
No se trata solo de generar más
renta turística, sino de establecer reglas de distribución entre las partes
interesadas. Puerto Escondido (y la zona que corre a lo largo de la nueva
carretera) ya es escenario de problemas de este tipo, por ejemplo, en el sector
transporte. En agosto de 2023 un grupo de conductores y concesionarios de
sitios de taxis realizaron un bloqueo en el crucero hacia el acceso del
aeropuerto internacional de Puerto Escondido para frenar la conformación de un sitio
nuevo. En el mismo sentido, unos días después de inaugurada la carretera, en
febrero, la empresa comunitaria Ruta Coatlanes-Costa instaló un retén para no
permitir el paso a otras líneas de transporte. Argumentaban que tenían acuerdos
con las autoridades estatales para circular por esa autopista con derecho único
y exclusivo. Hechos similares ocurrieron unos días después con el bloqueo a los
autobuses de la empresa ADO, a quienes se acusaba de querer monopolizar el
marcado de pasajeros a la costa. Tras mesas de diálogo con representantes de
empresas transportistas, autoridades y pobladores de comunidades, parece que se
lograron acuerdos para que varias empresas de transporte puedan brindar el
servicio. En todos estos casos se reitera el problema de definir quienes
tendrán acceso a las rentas generadas por el turismo. Es un problema
distributivo.
Por otra parte, desde hace algunos
años se ha denunciado la contaminación de playas de Puerto Escondido. En abril
de 2021 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
(Cofepris) muestreó 15 playas de Oaxaca destacando las de Puerto Escondido
entre las más contaminadas. Esto se asocia a lo que algunos ambientalistas han
señalado como la saturación del sistema de drenaje de esta localidad. Es
evidente que el incremento en el flujo de turistas agravará este problema. A finales
de 2022 grupos ambientalistas denunciaron que hoteles y restaurantes vierten
sus aguas de desecho hacia el mar. Quizá por eso en agosto de 2023 la COFEPRIS
volvió a colocar las playas de Puerto Escondido entre las más contaminadas.
El tema de la inseguridad también tendrá
que atenderse. En marzo de 2021 un comando armado abrió fuego en un café
ubicado en Punta Zicatela de Puerto Escondido y después incendió el lugar. Un modus
operandi propio del crimen organizado. A esto se suma el asesinato con arma
de fuego en 2022 de cinco personas en un establecimiento en la localidad de
Puertecito, municipio de Santa María Colotepec, población cercana a Puerto
Escondido. Entre los asesinados estaba el excomisario de Bienes Comunales de
Santa María Colotepec. La semana pasada asesinaron a 3 personas en menos de 24
horas. El problema de inseguridad es grave y al parecer, creciente.
La ansiada carretera a la costa se
inauguró en un momento en el que Oaxaca se va reforzando como un sistema social
que padece crecientes problemas públicos; es decir, problemas que afectan a todos
o al menos, a muchos. Pensemos sólo en la crisis de los residuos sólidos o en la
crisis hídrica que todavía están en curso.
A mi juicio, muchos de estos
problemas se gestan en la conjunción de dos fallas estructurales de la sociedad
oaxaqueña: por un lado, el cortoplacismo de sus gobernantes, es decir, su
incapacidad de tomar decisiones planificadas, articuladas o preventivas frente
a problemas púbicos; y por el otro, la dificultad de construir acciones
coordinadas entre las diferentes partes interesadas en la resolución de esos problemas.
La carretera Oaxaca-Ventanilla que
reduce el tiempo de traslado de la capital del estado a Puerto Escondido es
vista por muchos como un detonante para el desarrollo, y quizá pueda serlo,
pero no parece que esto vaya a suceder en automático sin que medien acciones
correctivas, antes bien, requerirá planificación y reglas de interacción entre
las distintas partes interesadas. La gobernanza se entiende como la
construcción de acuerdos colectivos para resolver problemas comunes. Si no
empezamos a hablar de la gobernanza de Puerto Escondido, empezaremos a ver con
toda probabilidad el multiplicarse de las problemáticas territoriales y el
deterioro de su clima social con sus potenciales efectos en clave de malestar;
es decir, lo contrario a lo que hoy se anuncia con tanto entusiasmo.
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